Quería
haber iniciado mi artículo con un título más directo... pero, me ha parecido un
poco brusco, quizá demasiado. “Soy
aficionado, no un hijo de puta” es el título que tras mi conversación con un
torero con el que tengo una cierta amistad, había pensado indicar. Hay veces,
que cuando uno lo siente, tiene que escribirlo como tal... Dicen que el toreo
es como se siente… quizá el escribir también, o al menos así debería ser.
Aquí,
en este nuestro país, esta nuestra España, todo el mundo opina de todo y de
todos, y hasta de toros... Valga el símil y el juego de palabras, para indicar
que sin quererlo, hemos sido incluso moneda de cambio en la investidura de algún alcalde en
Ayuntamiento, o determinados pactos en Instituciones Públicas. “Manda
huevos...” que decía Trillo cuando era Presidente del Congreso. Por otra parte,
eso demuestra que tenemos cierto calado en decisiones importantes… a todo hay
que buscarle el punto positivo.
Nadie
debe olvidar, para aquellos que juzgan a bote pronto, que estamos ante un
espectáculo público, legal y libre, al que se puede acudir o no en base a la
afición y posibilidad económica de cada uno. Dicho lo cual... ¿es legal que un
Ayuntamiento ilegalice o prohíba este tipo de espectáculos? ¿En base a...?
¿Ocupar un sillón? “Manda huevos....” (otra vez, si si, lo que decía Trillo)
Existen las normas pertinentes, cauces administrativos legales, para que dichos
espectáculos sean ilegalizados, mediante su correspondiente publicación de Ley
o Decreto estatal al respecto, nunca por el decreto del pacto rancio o el
artículo 33.
Incidiendo
un poco más, y me fastidia dar más explicaciones de las que debiera, una Feria
como San Isidro en Madrid, tiene un impacto económico cercano a los 50 millones
de euros, con una recaudación de IVA para las arcas del Estado de más de 6
millones de euros. Después, sacan datos inútiles y falsos, zarandajas
auténticas sobre subvenciones, dinero público, etc... ¿Dónde están esas
subvenciones? Como no quiero comparar, que hagan números algunos colectivos que
sí reciben subvenciones, y que comparen impactos económicos y sociales sobre lo
que he escrito. No lo reconocerán, pero que lo comparen... les hará pensar.
Tampoco
quiero usar el viejo tópico de la cultura, de los grandes literatos españoles,
políticos, pintores, artistas, que han sido defensores y precursores de la
Fiesta. Esto, solo es un ejemplo de que estamos ante una afición libre, y no de
“hijos de puta....” porque, así pensándolo en frio, ¿una persona que no es
aficionada a los toros, no es una hija de … verdad? Así... por aclarar
conceptos nada más... De igual modo que yo en ocasiones soy insultado cuando
acudo a un festejo, no me da a mi por faltar, ni menospreciar a nadie que haya
optado libremente por no ir. ¿Estamos hablando de lo mismo? ¿cierto?
Creo
que ha quedado meridianamente clara mi postura, y es que, de cara al exterior
somos los “bichos malos”, una careta que de repente y cada vez más, se nos ha
colocado sin posibilidad de defensa. ¿Alguien lo ha pensado? ¿Pero, y qué
pasará si algún día nos defendemos? Defenderse,
no olviden los ávidos lectores, significa “ampararse,
protegerse, resguardarse de los ataques de otros”, con lo cual, es obvio,
que cuando hay una defensa, es porque previamente se ha producido un ataque.
Muy clarito ha quedado...
No
quiero extenderme en exceso, puesto que tan sólo quería hacer una breve
reflexión, pero si me gustaría que el Señor e Ilustrísimo alcalde de alguna
bonita ciudad, leyese con detenimiento este modesto artículo mientras se sienta
cómodamente en su bonito sillón de su despacho consistorial. Espero, que le
guste, pero todavía espero más, que le haga reflexionar. ¿Dónde dije “digo”
digo “Diego”?
Y
para finalizar, un mensaje para todos los aficionados y profesionales de este
mundo, una sola frase que seguro todos van a entender: “La culpa, no solo es de los demás”
Gracias
por la oportunidad de mostrar mi humilde opinión
Alberto
Joven
@alberjv
Me ha gustado tu artículo. Soy taurina, amo el mundo de ese animal, el campo, ... Ante cualquier vídeo o imágenes, yo me quedo admirada de tanta belleza
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