Cuidado y coqueto luce el coso santaderino de Cuatro Caminos
Continuamos en nuestro periplo en busca de la casta, en esta
ocasión nos desplazamos hasta Santander para presenciar la Corrida de
Toros, perteneciente a su Feria de Santiago, de la ganadería santacolomeña de Ana Romero.
Antes de entrar en materia no podemos pasar por alto las
fechorías cometidas den los corrales por la mañana. Después del ataque sufrido
por la ganadería en su anterior cita de responsabilidad en Zaragoza 2013, donde
por diversas circunstancias ajenas a la ganadería y a la misma presentación de
la Corrida, se desechó y no llegó a lidiarse, llegaba la ganadería otra vez a una gran feria del circuito y de
nuevo autoridad, veterinarios y profesionales se ceban contra la vacada y
vuelven a atacarla sin motivos claros y aparentes. La primera fechoría con las que nos
encontramos es que cuadrillas y apoderados consideran que hay un Toro que tiene
problemas en la vista, después de más de una hora comprobando si efectivamente
el Toro ve o no ve bien, el Toro es
rechazado por problemas en la vista sin ninguna evidencia clara. Después llegó,
como no podía ser de otra manera, la fechoría perpetrada por los veterinarios,
resulta que aparece un Toro por la mañana con una astilla en un pitón y esa
misma astilla la tira el Toro momentos más tarde, quedando un pitón
aparentemente limpio y astifino, pues con todo, veterinarios y autoridad
consideran que el Toro no debe lidiarse y es rechazado. Qué bueno es el rigor y
la seriedad por parte de la autoridad, pero sería muchísimo mejor si ese rigor
fuese el mismo todas las tardes, cuando llegan las figuras y esos animalitos
que van a lidiar el rigor desaparece y todo el mundo se pone al servicio de los
matadores e incluso del ganadero….como decía un buen amigo… ¿A quién defiende
la Autoridad?.
El "supuestamente" Toro astillado
El de la Izda., supuestamante con problemas en la vista, atento a los cites al igual que su hermano
Dicho esto diremos que al final quedó al Corrida con 5 Toros
de Ana Romero y uno, el primero, de
la ganadería de Los Bayones para los
matadores El Cid, Manuel Escribano y
José Garrido.
Del primer Toro de Los Bayones poco diré, un Toro
descastado, soso, manso, inválido, sin ideas, una birria con el que el Cid
anduvo por ahí intentado aparentar que estaba delante de un Toro. Si fechorías
varias había habido en los corrales por la mañana, faltaba la fechoría de la
tarde. La salida del serio Toro cuarto fue espectacular, con un galope que
hacia augurar cosas buenas, hasta que se le citó desde un burladero por parte
de un banderillero y el Toro remató violentamente quedando lesionado e
inutilizado para la lidia, fue devuelto
a los corrales y sustituido por un Toro de la ganadería de José Cruz de comportamiento similar al primero de lo te de Cid, que
fue a Santander a matar dos de Ana Romero y acabó, caprichos del destino,
matando dos animales que poco o nada tuvieron que ver con lo que ha de ser un
Toro de lidia.
El Cid con el de Los Bayones
El lesionado cuarto
De los chismes de Manuel
Escribano salió lo más torero de la tarde, anduvo fácil, templado con gusto
y puro en su primer Toro, un noble y pastueño santacoloma al que mató bien y
cortó una oreja. Su segundo Toro fue un animal más encastado, con más
transmisión y más exigente, instrumentó alguna serie buena, sobre todo por el
lado izquierdo, pero faltó continuidad y convencimiento, sin estar mal, no
estuvo a la altura de un Toro que mereció más. Reseñar también el buen momento
que Escribano atraviesa con los palos, sin duda, el matador banderillero con
más pureza de la actualidad, dejó un buen sabor de boca en Santander en rubio torero
de Gerena.
Escribano a la verónica en su primero
Escribano al natural en su primero
El encastado quinto
Embestida muy en Santa Coloma del quinto
Había curiosidad y ganas de volver a ver a José Garrido de matador de Toro, desde
su alternativa en Sevilla, yo no lo había vuelto a ver. La sensación que dejó
no fue positiva, en sus manos cayó sin duda el mejor Toro de la tarde, un encastado
y bravo santacoloma que embistió con transmisión, con una viaje largo y entregado,
con el que Garrido no se fajó, se pasó el Toro demasiado lejos con un toreo ventajista
y aliviado, en definitiva, mucha posturita y ninguna profundidad, dejó escapar
una buena oportunidad de reivindicarse como un Torero poderoso y firme. En el sexto un Toraco de 615 Kg anduvo algo
más confiado, la embestida del Toro fue de una calidad y nobleza total y
Garrido dejó algún muletazo de buen trazo pero de nuevo, con poca profundidad.
De puntillas pasó Garrido por Santander.
El mejor del encierro, el bravo y encastado tercero de nombre "Tercero"
Pelea en el caballo del tercero
Embestida profunda
El sexto
Noble embestida del sexto
Por lo tanto y en definitiva hay que resaltar que a pesar de
hacer todo en contra del Toro, el encaste santacoloma dejó su impronta en Santander
y brilló con luz propia, lidiando dos Toros extraordinarios por nobles para el
torero y otros dos más encastados de mucho interés para el aficionado .
Señalar también que era la primera vez que veía una Corrida
en el Cosos cántabro de Cuatro Caminos
y me llevo una sensación de un público demasiado torerista, demasiado complaciente
con los toreros y que pocas cuentas echa al comportamiento de los Toros. Sirva
como ejemplo que en el arrastre del tercer
Toro, un Toro bravo y muy encastado, se escucharon 4 palmitas mal contadas, y
sin embargo la plaza tributó una gran ovación a su lidiador que anduvo a la deriva
con el Toro, he aquí la degeneración de la Fiesta también en los tendidos.
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