Brava en general resultó la de Adolfo Martín
Retomamos la actividad en el blog y la retomamos de nuevo
con los grises. En esta ocasión nos desplazamos hasta Soria para, un año más,
presenciar la Corrida de Adolfo Martín.
El aficionado madrileño Domingo Delgado, en su barrera de sol, presenciando el festejo
De nuevo la Corrida de Adolfo en tierras sorianas no
defraudó lidiando 3 Toros de interesante y variado juego, la Corrida estuvo bien presentada y acorde a las
hechuras de lo que ha de ser el Toro de Saltillo. El denominador común de la
tarde fue la bravura, todos los Toros en mayor o menor medida empujaron en el
peto e incluso romanearon.
No podemos decir lo mismo de los de luces, tres debutantes
que para nada entendieron el juego de los Albaserradas y que estuvieron por
debajo de sus oponentes y a veces a la deriva. Tanto Pepe Moral, como Juan del
Álamo y Borja Giménez debutaban en Soria y a su vez debutaban ante la divisa de
Adolfo, no fue un principio alentador ni mucho menos.
Los tres Toreros debutaban
El primer Toro fue a menos en la muleta con el que Pepe
Moral no se ajustó , abusó del pico y
escupió las embestidas hacia afuera, soso fue el Toro pero más soso el Torero.
Ante el cuarto, el Toro más bravo del
encierro, el desajuste fue mayor si cabe, Se dedicó a tirar líneas y, de nuevo,
a abusar del toreo ventajista y pueblerino, el pitón izquierdo del Toro fue de ensueño y el Torero
ni quiso ni pudo, supenso serio de Pepe Moral .
El primero de la tarde
Desajustado Pepe Moral
El bravo cuarto
Pepe Moral tirando líneas
El Salamantino Juan del Álamo que otrora nos ilusionó por su
Toreo poderoso y puro ha evolucionado y lo ha hecho a peor, ya se aprendió los
trucos y ventajas que imperan actualmente en la fiesta y ya se ha convertido en
un Torero vulgar y que dice más bien poco. Con el segundo Toro, sin duda el más
encastado del encierro, anduvo desconfiado, sin enterarse de la condición del
Toro, tan solo al final de la faena apostó por dejar la muleta en la cara del
Toro e intentar la ligazón, el Toro respondió y el Torero se rajó, mató mal, en
los bajos alevosamente. Con el quinto tampoco se confió, un Toro que en
banderillas embistió bien por ambos pitones y que en la muleta fue a menos.
El encastado segundo
Peleando en el caballo
Le costó enterarse a del Álamo de la condición del Toro
El quinto
La embestida del quinto
Le vino muy grande el Toro de Albaserrada al joven Borja
Giménez, en primer lugar sorteó un exigente y encastado Toro. Cuando a un Toro
que no es tonto se le cita con la muleta retrasada, sin taparle la cara y sin
llevarlo hasta el final, el Toro te ve, aprende donde está el Torero y acaba desarrollando
sentido, el joven sevillano, acostumbrado a la borrega de todos los días que deja
estar, no supo qué hacer ante las encastadas embestidas del de Adolfo y anduvo
a la deriva con él. Con el sexto, otro bravo que también fue a menos en la
muleta, sin duda por el excesivo castigo recibido en varas, anduvo algo más
organizado y decidido, pero, como digo, le falta mucho rodaje y cambiar el chip
de la borrega domesticada, el Toro de lidia es diferente y hay que hacerle las
cosas bien para que al final acabe respondiendo.
El serio tercero
El tercero en el peto
Borja Giménez a la deriva
El entipado sexto
La embestida del sexto
Hay que decir que la plaza soriana registró una aceptable
entrada poblándose los tendidos en más
de la mitad de su capacidad. Reseñar una vez el buen hacer de la magnífica
banda de música que amenizó el festejo, una delicia como suena la banda en
Soria.
La banda de Música
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