No tuvo buenas hechuras la Corrida
Hasta la localidad navarra de Tafalla nos desplazamos en esta ocasión
para presenciar una, según decían, magníficamente presentada corrida del Marqués de Albaserrada y, como no,
comprobar in situ el juego de unas de las reservas pedrajeñas, según doctos
en la materia, del campo bravo. Pues bien, ni una cosa, ni la otra. Cuando se
habla de Corrida bien presentada, hay que hablar de una corrida seria,
rematada, con cara, de esas que dan miedo de verlas, pero sobre todo hay que
hablar de un animal acorde a la estirpe de donde procede morfológicamente hablando.
Como la ganadería del Marqués de Albaserrada no se sabe muy bien de donde
procede, tras varios y sucesivos cruces, pues nos encontramos con una corrida, grande,
basta, alta, fea y con algún ejemplar destartalado de cuerna y eso, hay que
decirlo, no es buena presentación. Ni que decir tiene que poco o nada tuvieron
que ver las hechuras con la estirpe pedrajeña y si tenemos en cuenta el comportamiento
de los toros, pues menos todavía. En definitiva, una corrida que ya por sus hechuras
era difícil que sirviera y así fue, predominó el descastamiento absoluto, la
falta de celo y falta de voluntad de ir hacia adelante.
Los encargados de estoquear la
corrida fueron Serafín Marín, “Joselillo” y José Arcila y, con
matices en los que ahora entraremos, bastante hicieron con darle muerte y salir
por su pie del coso tafallés.
Abrió plaza un descastado Toro
que ya se paró después de los primeros lances de recibo. Soltaba la cara en el
embroque elevándola a las nubes y quedándose debajo del torero con el consiguiente
peligro. Serafín Marín se mostró decidido, porfiando en vano con tan desrazado
animal, siempre bien colocado y con la mente clara.
El primero
Dispuesto y bien colocado Serafín
En segundo lugar se lidió quizá
el Toro con más interés de la tarde, un castaño escurrido de carnes que resultó
bravo en el caballo. Cuando todo indicaba que podía ser Toro de posibilidades,
en el segundo tercio cambió para mal, enganchó una vez el capote del
banderillero que lidiaba y empezó a soltar la cara y a quedarse corto. “Joselillo”,
estuvo digno ante un animal que acabó orientado y peligroso, que sacó genio
malo y que fue imposible para cualquier atisbo de lucimiento.
El castaño segundo
Así embistió en la muleta de "Joselillo"
El tercero de la tarde fue otro
toro descastado y deslucido. Sus hechuras se asemejaron más a las de un avileño
que a las de un Toro de lidia. Salió ya parado de chiqueros, manseando, cortando
el viaje con medias arrancadas y sin transmitir el peligro que tenía a los
tendidos. El diestro colombiano José Arcila nada pudo hacer ante semejante espécimen
Feas hechuras
Deslucido
El Toro que hizo cuarto nos
levantó un poco el ánimo cuando saltó al albero por su conformación morfológica,
fue el Toro mejor hecho de la corrida, el que más se asemejó a aquellos Pedrajas
de Dª María Luisa Domínguez y
Pérez de Vargas, aquellos que nos hacían vibrar con su bravura y sus
arrancadas al peto los lunes de resaca sevillanos, solo fue un espejismo, resultó
asemejarse más a una burra mansa que a un Toro de lidia. Parado, sin humillar,
con medias arrancadas, en fin, una birria de Toro con el que Serafín nada pudo
hacer excepto estar dispuesto y decidido. Hay que destacar el buen hacer en la
brega de Curro Robles que intentó
por todos los medios con su temple y llevando al toro con los vuelos del capote
que el toro rompiera para adelante pero fue en vano.
Mejores hechuras
Curro Robles en su magistral brega
Embestida desrazada
En quinto lugar saltó al albero
el Toro que más se dejó del festejo, un Toro montado y sin cuello que solamente
por su construcción era complicado que humillara. Se quedó corto en el segundo
tercio pero, entre la buena brega de “Venturita”
y el inteligente y efectivo inicio de faena de “Joselillo”, alargándole la mano
en muletazos por bajo de inicio, consiguieron que el Toro tuviera el viaje un
poco más largo que sus hermanos. Resultó noble, con poca raza y soso. Lo que le
faltó al Toro lo puso “Joselillo” que consiguió robarle muletazos de mérito por
ambos pitones con su disposición y buena colocación. Faena meritoria, templada
y pulcra malograda por la espada.
El quinto
"Venturita" en apuros
Joselillo por ambos pitones
El último de la tarde fue otro espécimen
con pocas hechuras de Toro de lidia, grande, alto, basto, sin cuello, feo,
horroroso de hechuras y así es complicado que el Toro se comporte bien. Si a
esto se le añade la vil masacre que sufrió en varas el resultado es un animal
parado sin querer pelea y con síntomas de descastamiento total . Arcila ya no
se confió y se mostró desconfiado, sin ideas ni recursos ni oficio, vamos, que
no quiso ni verlo.
Horroroso
Arcila no se dio coba
La impresión que nos llevamos de
Tafalla es que hay toreros parados en el banquillo y que, sin embargo, muestran
más oficio, disposición, decisión y conocimientos que muchos que toeran en
todas las ferias. Tanto Serafín Marín,
como “Joselillo” se reivindicaron en Tafalla como torferos
capaces y recuperables y eso que la ocasión no fue la más propicia.
Los apoderados de Serafín desilusionados entre barreras
Una vez más también es de justicia
reconocer la labor de la empresa por acercar a Tafalla encastes diferentes a lo
de todos los días, luego el resultado será el que sea, pero ahí queda la intención,
esperemos sigan en esa línea, asi como la inclusión en la feria de Toreros muy capaces en el olvido del sistema de los que los aficionados todavía no se han olvidado. Enhorabuena. También hay que reconocer a quien corresponda, la
imposición de que los Toros acudan, como mínimo dos veces al caballo, sin duda
es el primer paso para recuperar el segundo tercio del que tan ayunos estamos
en la mayoría de plazas.
Aviso en el patio de cuadrillas
Por último reconocer y destacar
la buena labor de la banda de música de Tafalla, suena afinada y marcando los
matices, una delicia escuchar sus sones.
Perfecta la banda
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