Como Injustos, indecentes, increíbles, indefendibles y no sé
con cuantos adjetivos más en este sentido se podrían valorar algunos los
premios del recién terminado certamen “Zapato de Oro” de novilladas de la
localidad riojana de Arnedo. Sobre todo el del premio al mejor puyazo y a la
ganadería más completa.
Galardonan al picador Curro
Sanlucar con el premio al mejor puyazo. Fue un puyazo asesino, en buen
sitio, eso sí, pero incumpliendo el reglamento patentemente. Barrenó hasta
decir basta el picador en un primer puyazo asesino al novillo de Baltasar Ibán y, con todo, no pudo con
el ímpetu del animal que acabó derribando al piquero. Quizá el premio se lo otorgan
por ser derribado, de lo contrario lo que deberían hacer es proponer a este
señor para sanción por barrenar de manera asesina.
Todavía más grave es premiar a la ganadería de Fernando Peña como ganadería más
completa del serial de novilladas. Una ganadería que echó una novillada
descastada, bobalicona, que no transmitió ni un ápice de emoción al tendido,
que tuvo una nobleza empalagosa, que tan apenas fue castigada en el peto y que salvo dos novillos se podría catalogar
de una novillada desastrosa.
Además este premio a Peña
va en detrimento de ganaderías que de verdad echaron novillos encastados y
bravos a los cuales se les infringieron castigos, en ocasiones, excesivos en el
caballo y que a pesar de ello transmitieron emoción, derrocando casta y bravura
y en ocasiones hasta nobleza, pero claro la nobleza encastada molesta. Son los
casos de Baltasar Ibán, con una
novillada encastada y dura y, sobre todo la de Adolfo Martín, que echó al menos tres novillos merecedores de algo
más que vueltas al ruedo. La de Adolfo
fue una novillada extraordinaria, novillos bravos y enrazados como el segundo y
nobles con embestidas de ensueño como quinto y sexto.
Quizá el pecado de estas ganaderías que crían animales bravos y encastados es no estar
dentro del sistema imperante, y quizá en Arnedo a estas ganaderías que se salen
del sistema se les veta a la hora de premiarlas, de ser así lo que debería
hacer la organización en ocasiones venideras, es no plantearse el anunciarlas y
si se anuncian que se les dé, a la hora de fallar los premios, las mismas oportunidades
que a las demás. Qué no se den vueltas al ruedo inmerecidas a determinados
novillos y que de verdad se premie con el pañuelo azul a los animales que lo
merezcan. Qué no tenga en cuenta el jurado las campañas de determinados
comentaristas en pro de determinadas ganaderías y que el Jurado lo componga
gente imparcial y con mínimos conocimientos de lo que es el comportamiento de
un Toro de lidia.
Pensaba, iluso de mí, que Arnedo todavía era un Feria de la
cual todavía no se había apoderado el sistema, pero vistos los resultados me
temo que es otra Feria que ha sucumbido al medio Toro y la posturita de la
figura de turno. ¿Habrá influido la retransmisión por Canal + de la Feria en el fallo del jurado?. No puedo contestar a
esa pregunta, pero lo que está claro es que sus comentaristas han hecho una
campaña bestial en pro del novillo chochon y en contra de la casta y la
bravura.
Novillo de Adolfo Martín lidiado en Arnedo
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