lunes, 12 de septiembre de 2016

Novillada, Tomás Prieto de la Cal. Peralta (Navarra) 11-9-16


"Pajarraco", un gran novillo

Siempre que acudimos a un festejo protagonizado por reses de encastes diferentes a la estirpe imperante, lo hacemos en busca de emoción y también en busca de reacciones y opciones diferentes a las cotidianas. De nuevo en Peralta, el hierro onubense de Prieto de la Cal nos proporcionó esas reacciones diferentes, esas que hacen rica en matices a la Fiesta  , con una novillada variada de juego y en general, encastada, brava y con muchas opciones para los matadores.

Media entrada en Peralta


Lo que nunca se puede imaginar es que, esas opciones diferentes, aparte de en el juego del ganado, también las íbamos a encontrar en las reacciones del presidente del  festejo, sin duda, como relatamos a continuación, unas reacciones de presidentes poco aficionados y que más que al servicio y en defensa del aficionado, parecía estar a las órdenes de los de luces.
Después de dar muerte al sexto novillo (que como vamos a contar a continuación fue una gran novillo por bravo y encastado), desde nuestra localidad sugerimos a presidente del festejo que se premiara a tan bravo ejemplar con la vuelta al ruedo. El presidente, con gesto de visible enfado, dijo que no con su dedo índice haciendo gestos a la vez de que el novillo no había sido merecedor de premio, ante tal situación de ceguera, posiblemente interesada, se le sugirió que siguiera estudiando cómo debe ser el juego del verdadero Toro de lidia para luego poderlo premiar o no. Todo parecía que había quedado ahí; pero cual fue nuestra sorpresa que cuando salimos de la plaza se acercó hasta nosotros el presidente  y de manera intimidatoria nos dijo a voz en grito que quién coño éramos nosotros para sugerir a la autoridad que se premiara a un novillo, que además el novillo había sido una birria porque no había proporcionado el triunfo del novillero. Nuestra respuesta fue que de la misma manera que un aficionado es libre para pedir o no los premios para un Torero, lo  es también para solicitar premios para un Toro y que, si no había sido capaz de apreciar la brava y encastada condición del novillo, ante el cual naufragó de manera patente su matador, mejor que dejara de subir al palco y se dedicara a otros menesteres. Tan  convincente presidente se llama D. Carlos de Miguel, el cual espero haya recapacitado y esté arrepentido de su conducta.
Dicho esto pasamos a la crónica propiamente dicha de la novillada. Se lidiaron 6 utreros de Tomás Prieto de la  Cal bien presentados y de diferente condición, destacando el segundo por  su encastado juego, quinto por noble y enclasado  y, sobre todo el sexto por bravo, poderoso y encastado, quizá un novillo merecedor de algo más que una vuelta al ruedo. Los encargados de dar lidia y muerte a la novillada fueron: Francisco Expósito, Gerardo Rivera y Juan Viriato.

Los jóvenes ganaderos, Tomás y Tesa, atentos a la lidia


En primer lugar se sorteó un novillo que cumplió en varas y que se mostré noble en la muleta,  Expósito no apostó, siempre con la pañosa retrasada, descolocado y sin decisión ninguna.

El primero

Bravo en varas

Demasiadas precauciones

En segundo lugar saltó al albero uno de los novillos importantes de la tarde, de nombre “Castañero” fue un novillo que siempre fue a más y que fue noble y manejable por el lado derecho. Gerardo Rivera tampoco apostó, no le dio la distancia que el novillo requería y no quería nada en cercanías, lo ahogó en exceso y el novillo protestó esos agobios, Rivera no adelantó nunca la muleta , ni llevó al novillo toreado, la falta de mando le hizo naufragar ante la encastada condición del novillo.

  
El encastado segundo

Gerardo Rivera


Como tercero se lidió otro novillo jabonero, que también tuvo su buena dosis de casta y al cual picaron de forma asesina, con un puyazo muy fuerte y muy trasero, que sin duda acusó en el último tercio. El novillo reponía y Viriato nunca fue capaz de templar la embestida, cuando no hay temple no hay mando y si no hay mando se acaba por ser desbordado.

El tercero

Puyazo asesino

Viriato

El novillo que hizo cuarto fue el de peor condición del encierro, faltó de fijeza manseó en el primer tercio, sin humillación ni entrega, labor harto complicada la de estar delante de él. Nulas opciones de Expósito que se eternizó matando y al que le faltó dominar al Toro, empezó la faena con pases de castigo pero sin bajar la mano y por arriba el novillo no quería ni uno y sin duda el novillo también acuso esos banderazos.


Complicado el cuarto

En quinto lugar salió un novillo melocotón con una clase superior. Bravo en el primer tercio, mostró un pitón izquierdo para soñar el toreo, con un temple, una humillación y una clase fuera de lo común. Rivera no entendió esa enclasada condición del novillo por el lado izquierdo y se echó la muleta a la mano derecha, el novillo también embistió con clase por ese lado. Rivera equivocó distancias, nunca llevó al novillo toreado, demasiado retrasada la muleta y escupiendo la embestida hacia afuera, ocasión de oro desperdiciada por Rivera demostrando que para triunfar y cuajar los Toros hace falta algo más que decisión.

El noble quinto

Bravo en el peto


Viaje largo y humillado

En sexto  lugar estaba reservado el plato fuerte de la novillada y de la temporada de Prieto de la Cal. Novillo jabonero con el número 36 en los costillares y de nombre “Pajarraco”, reata ilustre en el hierro onubense. Utrero muy enrazado, bravo en el caballo, con poder, con un pitón derecho muy claro y con una embestida vibrante, humillada y con mucha transmisión. Viriato no lo vio claro en ningún momento, su falta de temple le hizo ser desarmado en dos ocasiones y el novillo se hizo el dueño absoluto del ruedo. De los animales importantes que hemos podido ver esta temporada, sin duda el mejor de la camada de Prieto de la Cal y que, a nuestro juicio, fue merecedor sin ninguna duda de la vuelta al ruedo o quizá de algún  premio mayor. Qué pena que un señor que sube a presidir un festejo no sea capaz de ver esa encastada y brava condición de un animal, sin duda va a disfrutar muy poco de esa Casta que el aficionado siempre busca .

El extraordinario sexto

Bravo en el caballo

Embestida enrazada y poderosa


Por último agradecer y reseñar la hospitalidad de nuestros amigo de Peralta y de su club taurino, gente con afición desmedida y que fueron unos anfitriones de lujo. Gracias @Jesus2269 y #JuanAntonio   

No hay comentarios:

Publicar un comentario